TELETRABAJO

El teletrabajo impulsa a los europeos a mudarse a la Costa Blanca. Los promotores alicantinos reciben consultas para construir inmuebles desde que la Covid-19  llevó a millones de personas a trabajar desde sus casas. El coronavirus provocó que se extienda y se valore más el teletrabajo;  y puestos a estar en casa, que ésta se sitúe en un lugar con buen clima.

Esta intención crece entre los trabajadores centroeuropeos, según explica la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia). Asegura que crece el interés entre profesionales europeos por el sector inmobiliario con el ánimo de instalarse en la Costa Blanca. Recibimos doscientas consultas en las últimas semanas sobre las posibilidades de implantarse en Alicante, más en particular en la Marina Baixa, y sobre la fiscalidad que sería aplicable en dicha situación.

Los requisitos son «viviendas amplias y espacio exterior, con un buen clima y con calidad de servicios públicos«, según apunta Provia.

Los países con más interés en desarrollar el teletrabajo después de la crisis de la Covid-19 son Alemania, Países Bajos y los estados nórdicos de Suecia y Noruega. El interés de los ciudadanos alemanes se genera, por ejemplo, por el reciente interés que tiene su gobierno por legislar el teletrabajo y facilitar su implantación. Esto da la posibilidad a múltiples ciudadanos de teletrabajar lejos de las grandes urbes. En este sentido, la Costa Blanca es uno de los destinos elegidos para aumentar su calidad de vida en lugares con buen clima, menos contaminación y más cerca de la naturaleza.

Como explica la asociación «el teletrabajo genera muchas oportunidades que debemos aprovechar. Para ello, es necesario un esfuerzo colectivo de todos, donde las administraciones tienen un papel esencial que deben ejercer con prudencia, pero con la responsabilidad de no perder esta ventana de negocio y de generación de empleo y riqueza para nuestro territorio«.  La llegada de profesionales muy cualificados de grandes empresas, con un alto poder adquisitivo, y que pueden trabajar a miles de kilómetros de sus centros de trabajo, supone un aliciente para la economía de Alicante, ya que pueden acelerar la demanda interna.

Estamos ante una oportunidad muy interesante para nuestro país, y de grandes oportunidades para el sector inmobiliario. Las administraciones deben aportar las herramientas para aprovechar la demanda y convertir el sector de la construcción y turismo residencial en el motor que impulse el empleo y la actividad económica en la Costa Blanca.