Cómo adaptar el arrendamiento de inmuebles a las necesidades en la nueva normalidad:
Especialistas en diferentes áreas han creado estrategias que mitigan los efectos que la pandemia ha provocado en el sector financiera. En el caso de nuestro sector, el Inmobiliario, destacamos, que el mercado ofrece oportunidades sólidas, en lo que a alquiler de inmuebles se refiera, ya que el 90% de las propiedades nuevas se dedican a la venta y tan solo un 10% a renta.
Por ello, proponemos 2 tácticas, para que los propietarios generen empatía con sus inquilinos, mientras que de esa forma conservan y aseguran sus ingresos:
-Acuerdos razonables de aplazamiento, condonación o pagos diferidos.
Cada arrendatario y cada inquilino tienen condiciones únicas, por lo que lo adecuado sería, elaborar una carta compromiso firmada por ambas partes, en la que se establezcan fecha y especificaciones del acuerdo.
-Seguir promoviendo propiedades
Si el inmueble no está siendo ocupado, es recomendable lanzar ofertas para que los potenciales arrendatarios tomen la decisión más rápidamente.
EVOLUCIÓN DEL MERCADO
«El tiempo que se tardará en volver a la normalidad determinará la evolución del sector.»
Se plantean tres situaciones:
Evolución en V,
plantea el parón transitorio que hemos vivido, tan solo un trimestre. Las variables del sector, como lo son la compraventa, firma de hipotecas y las obras se recuperarán rápidamente. Ésta es una situación completamente distinta a la de 2008 y está asociada a crisis pandémicas.
Evolución en U,
se considera si el estado de alarma se hubiese alargado por la necesidad de más tiempo para la gestión sanitaria de la crisis. En este caso, la compra de viviendas, y la firma de hipotecas, habrían quedado expuestas a la recuperación del empleo, y la evolución en alza, hubiera sido más tardía, como ocurrió en 2014.
Evolución en L,
la más pesimista se daría si entrásemos en recesión, y el empleo cayese con fuerza, debido al parón económico, a nivel mundial. La compraventa de viviendas podría bajar un 80%, debido a la falta de compradores, aunque la oferta se mantendría, ya que una parte de los propietarios necesitaría vender sus inmuebles. Por su parte la obra nueva, quedaría a la espera de financiación.